En el dinámico panorama empresarial actual, la sostenibilidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones para las empresas de todo el mundo. A medida que las empresas se esfuerzan por adoptar enfoques más responsables desde el punto de vista medioambiental, social y económico, el año 2023 marca el comienzo de tendencias clave que guiarán estos esfuerzos y darán forma a las estrategias corporativas. Estas tendencias se dividen en tres áreas principales: tendencias relacionadas con las personas, tendencias legales y tendencias medioambientales. Cada una de ellas tiene implicaciones significativas para las prácticas empresariales sostenibles. A continuación, presentamos una visión general de estas tendencias y su impacto a largo plazo.
Tendencias relacionadas con el personal (Soft):
- Capacitación de empleados en objetivos medioambientales: Las empresas reconocen la importancia de la conciencia medioambiental y están invirtiendo cada vez más en programas de capacitación para dotar a su personal de los conocimientos y habilidades necesarios para respaldar los objetivos de responsabilidad social corporativa (RSC). Al movilizar los conocimientos y el apoyo de los empleados, las empresas pueden fomentar una cultura de conciencia medioambiental.
- Priorización de la salud laboral: Las empresas están prestando mayor atención a las condiciones de trabajo y abordando de manera proactiva los cambios en la salud de sus empleados, priorizando su bienestar. Se están implementando medidas como la capacitación en riesgos laborales, la prevención de riesgos y las evaluaciones para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable.
- Compromiso de la alta dirección: Los directivos desempeñan un papel fundamental al adaptar las decisiones empresariales a los desafíos del desarrollo sostenible. Conscientes de esto, las empresas están enfocándose en capacitar a sus directivos para que adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para liderar a sus organizaciones hacia prácticas más sostenibles.
Tendencias legales (reportes) y finanzas verdes:
- Informes no financieros: A partir de 2023, las empresas cotizadas y aquellas que alcancen ciertos umbrales financieros estarán obligadas a publicar informes no financieros que muestren sus acciones e iniciativas en materia de RSC. Esta medida destaca la creciente importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en las prácticas de sostenibilidad empresarial.
- Finanzas verdes y taxonomía: La adopción de mecanismos de financiación verde está ganando impulso, y cada vez más empresas están recurriendo a opciones de financiamiento sostenible. La implementación de la taxonomía verde facilita la evaluación de la sostenibilidad de las actividades económicas y alienta a las instituciones financieras a priorizar las inversiones en proyectos alineados con una trayectoria de transición sostenible.
- Deber de diligencia: Ahora las empresas están obligadas a ejercer un deber de diligencia, que implica supervisar el cumplimiento de las regulaciones sociales y medioambientales por parte de sus socios comerciales. Este requisito aumenta la transparencia y la responsabilidad en la cadena de suministro.
Tendencias medioambientales:
- Comunicación responsable: En un mundo donde la confianza y la credibilidad son fundamentales, las empresas deben adoptar prácticas de comunicación responsables, transparentes y verificables. Esto implica respaldar de manera sólida y verificable las afirmaciones sobre neutralidad de carbono, divulgar el uso de materiales reciclados, proporcionar información clara sobre sustancias peligrosas y compartir detalles sobre la reciclabilidad de los productos.
- Eficiencia energética: Las empresas comprometidas con la responsabilidad social y empresarial (RSE) priorizan la reducción del consumo de energía y la lucha contra los residuos. Para lograr estos objetivos, se implementan medidas prácticas como la optimización de sistemas de calefacción, la desconexión de dispositivos no utilizados y la promoción del transporte sostenible.
- Preservación de la biodiversidad: Tras la celebración de la COP15, la preservación de la biodiversidad ha adquirido un papel central en la agenda empresarial. Las empresas están integrando activamente la protección de la biodiversidad en sus planes de acción medioambiental, implementando medidas concretas para preservar los ecosistemas y la diversidad de especies.
- Construcción de edificios sostenibles: Las nuevas regulaciones están impulsando al sector de la construcción a enfocarse en prácticas de eficiencia energética. Los folletos informativos sobre viviendas ahora exigen mejoras en el rendimiento energético de los nuevos edificios y fomentan la instalación de sistemas de gestión activa de energía.
Los próximos años se presentan llenos de oportunidades, ya que las empresas están cada vez más comprometidas con prácticas empresariales responsables. Las tendencias clave identificadas subrayan la creciente importancia de abordar los aspectos humanos, legales, financieros y medioambientales en las estrategias empresariales. Sin embargo, es fundamental estar atentos a posibles prácticas de lavado verde, especialmente cuando las empresas del Norte global externalizan la producción a países del Sur global. Estas naciones enfrentan desafíos socioeconómicos y medioambientales complejos, junto con presiones políticas, económicas y financieras de sus clientes en los mercados occidentales y asiáticos.
Crear un futuro sostenible requiere una voluntad y un compromiso colectivos en todos los niveles. Superar los desafíos actuales y adoptar enfoques colaborativos e integradores nos permitirá construir un futuro más equitativo, resistente y sostenible para las generaciones futuras.